Toda persona crece en un entorno. Va a ser ese entorno el que le marque de por vida y donde siempre encuentre un punto de apoyo ya sea familia, amigos... Lo seres humanos somos así, crecemos en un pueblo o en una ciudad y, normalmente, ese siempre va a ser nuestro rincón al que regresar, si estamos lejos, para cargar pilas o para enorgullecerte de lo que te diferencia de otras localidades. Tú, en condiciones normales, nunca vas a querer más a un vecino que a tus padres o demás familia y nunca vas a desearle peor suerte a ese vecino de toda la vida que a una persona que ves cada cierto tiempo en otra ciudad. En definitiva, lo cercano siempre es en lo que más nos vamos a proteger.
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| Tifo en el Fondo Sur |
En el mundo del fútbol, en mayor medida en España que en otros países, las cosas no ocurren de esa manera. La gente puede no apoyar al equipo de su ciudad o de su pueblo y sí a otros que, salvo alegría momentánea, no te proporcionan nada más. No estoy diciendo que no se pueda ser seguidor de un equipo que no sea el de tu lugar de origen, lo que quiero decir es que no se debe anteponer lo foráneo, lo que no es tuyo, a lo propio, a lo que te puede dar más alegrías por formar parte de ti, de tu vida, aunque no lo veas. Tú, si puedes ayudar a alguien cercano, no vas a ir a ofrecer tu ayuda a alguien al cual no conoces. En el mundo del deporte igual, ¿por qué teniendo un equipo de fútbol como el que tenemos en Ferrol hay gente que no lo valora como se merece? La respuesta es tan simple como simplista: por la categoría en la que milita y porque hay personas que se dejan arrastrar por las modas.
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| Jugadores verdes celebrando un gol |
Está muy bien que la gente pueda tener un segundo equipo, todos tenemos nuestros gustos y a cada cual nos pueden tirar, también, otros colores pero, insisto, ¿y el tuyo, el que lleva el nombre de tu ciudad por todo lugar al que viaja y más allá? ¿el que de verdad te puede dar más alegrías que ninguno? ¿seguirías sin ser aficionado del equipo de tu ciudad aun si ese club asciende a la máxima categoría? Seguramente no. La gente se deja llevar por las modas y ese es el problema. Las modas son pasajeras pero, en el caso que nos ocupa, el Racing Club de Ferrol es eterno. Imagínate un estadio de A Malata lleno independientemente de la categoría en la que milite y tú en el medio. Imagínate vestido de verde, orgulloso de tu equipo y celebrando con tus vecinos los mayores éxitos a los que se pueda llegar. O imagínate, ¿por qué no? compartiendo un descenso porque eso también pasa en el fútbol, no todo es fiesta.
Este es el momento de engancharse, el Racing está volviendo después de años negros, la ilusión está regresando y si no eres socio o si no vas cada quince días al estadio este es el momento más oportuno para engancharse al tren. Piensa que nunca celebrarás tanto un gol como el que un día le de el ascenso al Racing a Primera División. Y si eres de esos que en algún momento han sido socios y se han dado de baja por los descensos de categoría, dale otra oportunidad, vuelve a la Malata, aún estas a tiempo de poder decir: "Yo no abandoné al Racing en Tercera". Aprovecha, es el momento, súbete al carro.
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